Baker Hughes, la empresa estadounidense de servicios petroleros que fue señalada por tener contratos vigentes con Pemex, en medio de la polémica por la lujosa vida de José Ramón López Beltrán en Houston, Texas, se deslindó de la casa en la que vivió el hijo mayor del presidente junto con su esposa, Carolyn Adams.
De acuerdo con el reportaje publicado por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y Latinus, la propiedad perteneció antes a Keith L. Schilling, un alto ejecutivo de Baker Hughes. Al respecto, la empresa respondió que esa residencia nunca ha sido de su propiedad ni la han administrado directa o indirectamente.
Asimismo, recalcaron que la petrolera no estuvo involucrada en la transacción y que la casa es una propiedad privada que, según los registros públicos, pertenecía a un exempleado que dejó la empresa en 2019.
in operaciones con México
“El exempleado no estaba involucrado en nuestras operaciones en México”, añaden.
“Baker Hughes es una empresa pública que cotiza en NASDAQ y está comprometida con estrictas normas de anticorrupción y transparencia. Nuestros contratos y operaciones se realizan con estricto apego a la ley”, resaltaron.
Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad responde
MCCI compartió el comunicado en su cuenta de Twitter con varios apuntes.
“Baker Hughes aceptó que la casa que ocupó el hijo mayor de AMLO “pertenecía a un ex empleado que dejó la empresa en 2019. Lo que omite es que el “ex empleado” era uno de los presidentes de la compañía y ocupaba el cargo cuando el hijo de AMLO se mudó a esa casa”, inicia en un hilo.
“La investigación de @MXvsCORRUPCION y @latinus_us nunca mencionó que la empresa fuera dueña. Siempre se dijo que la casa que ocupó hijo de AMLO estaba a nombre de un alto ejecutivo”, añade.
“De hecho, el propio dueño de la casa que ocupó el hijo de AMLO menciona en su perfil de LinkedIn que desempeñó el doble papel de presidente de Baker Hughes en Canadá y de director comercial en Houston hasta enero de 2020”, concluye MCCI.