Con su afrobeat, Antibalas hace vibrar el Mérida Fest

La agrupación neoyorkina se presentó el sábado en el parque de Santa Ana

La agrupación neoyorkina Antibalas se presentó este sábado 21 de enero en el parque de Santa Ana y puso a bailar a su público en el marco del Mérida Fest. Entre la concurrencia se comentó que ha sido, hasta ahora, la presentación más trascendente del festival que conmemora el aniversario 481 de la ciudad.

Foto: David Rico

En punto de las 10 de la noche, los nueve integrantes de la banda salieron al escenario -dispuesto en el parque- para deleitar a la concurrencia con gran variedad de ritmos africanos y de otras partes del mundo. Durante un lapso de hora y media, regalaron su música a la capital yucateca.

Foto: David Rico

Cientos de personas se congregaron en el espacio que albergó el concierto de Antibalas. En un principio, la audiencia ocupó las sillas dispuestas en el recinto, no obstante, no pasó mucho tiempo antes de que los neoyorkinos la cautivaran con su sonido, obligándola a levantarse y bailar. 

Foto: David Rico

Personas de todas edades e incluso nacionalidades acudieron al llamado de la orquesta de afrobeat. Todos unidos por la música y el baile.

Foto: David Rico

Antibalas es un conjunto musical multicultural basado en Brooklyn, en la ciudad de Nueva York, que se ha establecido como una de las agrupaciones más impactantes de su estilo en Estados Unidos, que cultiva el afrobeat, inspirado en música proveniente de Nigeria junto con otras influencias.

Foto: David Rico

También tiene influencias de las agrupaciones Fela Kuti’s África 70 y Eddie Palmieri’s Harlem River Drive Orchestra. Aunque su música primaria es afrobeat, ha incorporado elementos de jazz, funk, dub, música instrumental y la tradicional música de tambor de Cuba y de África Occidental.

Foto: David Rico

Tras un despliegue del género, la orquesta de afrobeat Antibalas se despidió de su público meridano, que como es costumbre, clamó por “otra” y “otra” hasta que se apersonaron de nueva cuenta al escenario para ponerlo a bailar una vez más.

La Jornada Maya