El rediseño del espacio de 1.000 metros cuadrados con el que cuenta la aerolínea Volaris en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México agiliza hasta en 60% el tiempo de espera de los pasajeros al momento de presentar la documentación y el equipaje.
La aerolínea de bajo costo ha implementado nueva tecnología con lo que busca que los procesos sean mucho más ágiles, además el rediseño del espacio hace que sea más moderno, eficiente y entretenido.
“Fieles a nuestra visión de trascender al crear y vivir las mejores experiencias de viaje, y con la innovación en nuestro ADN, creamos este nuevo espacio aprovechando las ventajas de la tecnología y de la ingeniería inversa, con la cual logramos identificar las principales inquietudes de los viajeros al llegar a cualquier aeropuerto, para crear el área de mostradores y documentación que realmente necesitan”, señaló Holger Blankenstein, vicepresidente de Volaris.
Dentro de las novedades se encuentran los Kioskos de autoservicio para hacer check-in, con pantallas táctiles de alta resolución e interfaz intuitiva, para que el proceso sea más rápido. Un espacio para la venta de boletos y elementos de señalización, además de una pantalla gigante de alta resolución con el estatus de los vuelos y puertas de embarque.
Así mismo, una cenefa LED de 52 metros de largo, que envía mensajes, actualizaciones y crea ambientes característicos de cada temporada del año y las festividades. Además de otras amenidades de entretenimiento para el pasajero, música ambiental que ayuda a agilizar los procesos. Un visual artístico en un muro de diez metros.
Como lo informó REPORTUR.co, Volaris es una de las aerolíneas que más afectan el AICM por operar el mayor número de vuelos fuera de la hora establecida, pues en total en la terminal entre enero y febrero fueron 2.072 vuelos que no cumplieron el horario.
De esa cifra Volaris se lleva el 70%, pues de acuerdo con el reporte de la terminal aérea, entre despegues y aterrizajes la aerolínea operó 1.451 vuelos realizados “intencionalmente en horarios significativamente distintos a los asignados por el administrador aeroportuario”,