El Centro Histórico y otras de sus zonas se transformaron en un escaparate para el arte
El Centro Histórico de Mérida y otras de sus zonas se transformaron en un escaparate en donde el arte y la cultura fueron protagonistas. Las calles de la ciudad se poblaron de nueva cuenta por gente ávida de consumir estas expresiones ofrecidas por más de mil artistas en el marco de la ya tradicional Noche Blanca.
Música, teatro, artes visuales y gastronomía tomaron el primer cuadro de la capital yucateca y -entre la Víspera y la Noche Blanca- congregaron a más de 75 mil personas convirtiéndolo en una auténtica fiesta a la que toda la ciudad estuvo invitada, pues la totalidad de los eventos fue gratuita.
Por las calles de Mérida desfilaron decenas de músicos y ejecutores de todo tipo de disciplinas que mostraron lo mejor de sus repertorios ante las miradas curiosas de quienes las transitaban. Uno de los actos que más llamó la atención fue el de Birdmen: Los Pájaros Luminosos.
Los Pájaros Luminosos es un performance creado por la compañía holandesa Close-Act Theatre el cual se presentó en diversos puntos de la capital yucateca.
Durante el acto, cuatro aves de seis metros caminaron entre la gente que las observaba con la mirada puesta en el cielo. Así, los enormes seres interactuaron con su público, lo que propicia que el espectáculo sea diferente en cada presentación.
Los aparadores de las galerías también llamaron la atención de propios y extraños con las coloridas obras que podían apreciarse a través de sus cristales, invitando a entrar a conocer más.
Una de las más visitadas fue la del Centro Cultural Olimpo que mostró la obra de la escultora Gerda Gruber. La colección es un recuento de los últimos 20 años de trabajo de la artista a través de 80 piezas en diversos formatos y materiales.
Todos los elementos que se aprecian en la muestra tienen como recursos los mismos materiales naturales con los que Gruber convive en su hogar en Cholul, donde reside desde hace más de 35 años. Es la segunda vez que expone en el Olimpo.
De los escenarios dispuestos en la mayoría de los parques que integran el primer cuadro meridano destellaban luces acordes a los espectáculos que se presentarían en esta quinceava edición de la Noche Blanca. Destacó el recital de la cantante cubana Eme Alfonso y la orquesta Los Van Van que engalanaron el parque de Santa Lucía con su música.
Los foros teatrales también atrajeron a un sinnúmero de asiduos a las artes escénicas y también a quienes acudían a presenciar una obra luego de muchos años. La oferta en ese sentido fue vasta e incluyó la puesta en escena de Tráfico, del dramaturgo Sergio Blanco.
En dicha obra presentada en Casa Tanicho se aborda el tema de la prostitución masculina. Se trata de una propuesta de autoficción de la compañía -también cubana- Mitos teatro que cautivó a su audiencia a razón de su crudeza.
Así transcurrieron las horas por las calles del corazón de Mérida que comenzaron a apagarse cerca de las 3 de la mañana, cuando la concurrencia emprendió el retorno a sus casas, en la mayoría de los casos satisfecha tras el festín artístico; en otros, empachada.