El envase pasa por diferentes procesos en la planta recicladora de PET grado alimenticio más grande del mundo: PetStar.
¿Sabes dónde puede terminar tu botella cuando la tiras a la basura? Aunque suene increíble, el envase puede volver a tus manos más de 10 veces, esto es posible gracias a PetStar, la planta recicladora de PET grado alimenticio más grande del mundo.
Lo mejor, es que le puedes dar vida a una nueva botella cuando la depositas vacía, aplastada y cerrada en un contenedor de materiales reciclables.
Para que, posteriormente, sea transportada por un camión a una de las ocho plantas de acopio con las que trabaja PetStar, una de ellas, ubicada en Mérida, Yucatán.
Al llegar a la planta de acopio, la botella es compactada y clasificada de acuerdo con su color o material, para que después pueda ser almacenada en pacas junto con otros envases que tendrán una nueva vida.
Tras pasar por este proceso, llega a las instalaciones de PetStar en Toluca, Estado de México, donde vuelve a ser sometida a diversos procesos durante 24 horas para convertirse en resina reciclada PET grado alimenticio.
¡Sí! La planta de PetStar trabaja las 24 horas del día, los 365 días al año. Por lo que cada hora se procesan aproximadamente 350 mil envases; anualmente se logran reciclar 3,100 millones, que llenarían 2.4 veces el Estadio Azteca.
Para lograrlo, primero la botella es lavada con agua para retirar los excesos de tierra y lodo; con un litro se pueden limpiar alrededor de 45 botellas, por lo que no es necesario que las laves en casa antes de depositarlas.
Cuando ya está limpia, otra vez se verifica que esté apta para convertirse en la materia prima con la que se producen nuevas botellas. Esto a través de una banda de segregación, donde se seleccionan las botellas transparentes de las de otros colores.
Si nuevamente es aprobada, se introduce a una máquina donde la muelen. Ya triturada, queda como hojuelas, éstas vuelven a ser lavadas con agua para que queden en perfecto estado, libre de plástico nocivo para el reciclaje.
La primera forma que obtiene es similar a un chochito transparente, llamado pellet amorfo, logra esta forma al ser derretido a 270ºC.
Después, este material es cristalizado, el aspecto cambia y se vuelve blanco, nombrado pellet cristalino, por lo que ya puede ser considerada resina reciclada de PET grado alimenticio.
Luego de pasar por este proceso, Bepensa, la tercera embotelladora más importante de la industria Mexicana de Coca-Cola, obtiene la resina PET reciclada para ser transformada en una nueva botella y así no generar más plástico.
Actualmente se recuperan 6 de cada 10 botellas que Bepensa pone en el mercado, pero para el 2030 la empresa espera reciclar 10 de cada 10, dándole una nueva función a todos los componentes del envase.
Cada vez que veas o tengas un botella en tus manos, piensa en la nueva vida que le puedes dar y que puede regresar las veces que sean necesarias. ¡Tú puedes hacer que el ciclo se repita!