Nombre científico: Bolitoglossa yucatana
Tamaño: longitud total de 129 mm y una longitud hocico-cloaca de 66 mm
Ambiente: bosques tropicales de tierras bajas, espinosos
Color: el cuerpo es marrón, pardo negruzco o tostado.
La deforestación de la selva y el crecimiento de la mancha urbana, a través de los desarrollos inmobiliarios que se construyen en todo el estado de Yucatán, ha ocasionado que decenas de especies animales se queden sin hogar, y sin un lugar donde resguardarse de la radiación solar.
Ante este panorama desolador, mucha fauna local tiene que buscar refugio de los rayos solares; sombra para sobrevivir, por lo que ahora es más frecuente verlos en los hogares de las ciudades. Un ejemplo de esto es la salamandra yucateca, ahora que no hay lluvias, a pesar de ser temporada, varias personas han reportado encontrar una salamandra en su patio, sobre todo de personas que viven en las periferias, en los nuevos desarrollos que han destruido su hogar.
De acuerdo con Luis Fernando Díaz Gamboa, director de la Red para la Conservación de Anfibios y Reptiles de Yucatán, la escasez de lluvias y el crecimiento de la mancha urbana en el estado, principalmente en Mérida, pone en peligro la subsistencia de este anfibio. Si bien, es una especie que se puede adaptar a otros ambientes, si hay puro concreto está condenada a su extinción, advirtió.
De seguir con estas prácticas, es probable que el número de su población se reduzca drásticamente, afectando a otras especies y la cadena de alimentación de la fauna local. Se perdería a un controlador biológico natural.
Según datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), la Salamandra Lengua de Hongo Yucateca, cuyo nombre científico es Bolitoglossa yucatana, mejor conocida como salamandra yucateca, es un anfibio de tamaño mediano, alcanza una longitud total de 129 mm y una longitud hocicocloaca de 66 mm, la cola y el cuerpo tienen aproximadamente el mismo tamaño.
Su color dorsal es variable, va de azul negruzco, negro parduzco, gris, marrón a marrón rojizo, con un moteado irregular de crema a canela; un parche alargado y triangular o cuadrado color marrón está presente entre los ojos, lateralmente la salamandra yucateca suele ser de color marrón oscuro; la garganta y el cuerpo son marrón, pardo negruzco o tostado.
Se encuentra principalmente en Yucatán, extendiéndose al norte y centro del estado y también en Quintana Roo, México. Se conocen dos poblaciones aisladas: una en el sur-centro de Campeche y otra en el extremo norte de Belice. La salamandra yucateca vive en bosques tropicales de tierras bajas, espinosos y en hábitats perturbados, se encuentra generalmente en las cercanías de cuevas o cenotes, debajo de los 500 metros sobre el nivel del mar.
Cabe destacar que una de las principales características de esta salamandra, según expuso Fernando Díaz, es que pertenece al grupo Plethodontidae, es decir es un anfibio que no tiene pulmones, respira a través de poros en su piel, “respiración cutánea”.
Aunque su color es variable, suelen tener un tono de negro o pardo, con manchas marrones, rojizas, poseen una cola bastante robusta que les sirve como reserva de energía en las temporadas secas.
¿El crecimiento urbano amenaza su existencia?
El especialista detalló que hoy en día se han implementado acciones para su conservación; por ejemplo, se encuentra enlistada como “Preocupación menor”, dentro de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y está “Sujeta a protección especial”, por la NOM059 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnart).
La NOM 059 SEMARNAT-2010 es una norma mexicana que tiene el objetivo de identificar las especies o poblaciones de flora y fauna silvestres en riesgo en nuestro país para la atención y protección correspondiente, mediante la integración de las listas correspondientes.
El maestro en ciencias explicó que la transformación del ambiente le afecta mucho, pues es un anfibio demasiado sensible al cambio en el ambiente, de la tierra, alteraciones de la vegetación normal de la selva por cuestiones agropecuarias, así como la expansión de la mancha urbana.
“Si bien no hay estudios específicos, lo más probable que se reduzca el número de esos organismos por causa de la poca frecuencia de la lluvia, como necesitan bastante humedad para respirar y sobrevivir”, indicó.
Además, sin la vegetación, sin las raíces de los árboles y las rocas dejan de tener sus zonas de refugio del calor. “Al no haber estos microhábitats la salamandra queda expuesta directamente a la radiación solar”, advirtió.
Una de las principales funciones de la salamandra es ser depredador de insectos y plagas. Es un controlador biológico natural; y forma parte de la cadena trófica, es decir se encuentra dentro de la dieta de otras especies como aves, serpientes, lagartijas.
Entonces, al disminuir su población, se afectaría a una gran biodiversidad de animales que dependen de la Salamandra Lengua de Hongo, por un lado, aumentarán las plagas de insectos y otros animales se quedarían sin una fuente de alimento.
Para prevenir su extinción, Díaz Gamboa comentó que es necesario ser conscientes de nuestros consumos y de la huella ecológica que generamos los humanos, los residuos, porque eso afecta también la calidad del suelo y del hábitat.
Por eso, es importante mantener los residuos bien separados, no contaminar los cuerpos de agua y tener una mejor planeación de las ciudades, no seguir deforestando las áreas verdes y la selva de la entidad.
A su vez, invitó a la ciudadanía a informarse sobre ésta y otras especies de fauna, generada por investigadores que hay en internet y otros medios, que indaguen más sobre su fauna local, que conozcan y sepan qué fauna tienen para protegerlas y evitar su extinción.
De no tomar acciones concretas, advirtió, al ya no contar con vegetación y árboles que las protejan del sol, esta especie buscará cada vez más zonas donde resguardarse, llegando más a las ciudades, a las viviendas de las colonias y fraccionamientos en búsqueda de sombra, lo que los pone en un inminente peligro.
Ya que, precisó, corren riesgo de ser atropelladas por los autos y otros vehículos o que la misma gente les haga daño, ya que muchas personas le temen a lo diferente, a lo que no conocen.
“Como ya no hay selva, algo que los cubra de la radiación directa del sol, es cuando se meten en las casas porque allí dentro es bastante fresco”, comentó.
Agregó que “pueden ser atropellados en las carreteras, en los caminos, al buscar refugios, las personas los pueden pisar o matar a propósito; porque tristemente la gente mata aquello que desconoce… También se las pueden comer los perros y gatos, que son los máximos depredadores de fauna”.
Por otro lado, Díaz Gamboa dijo que algo que le llama la atención de la salamandra yucateca es su grado de adaptación, pues si bien son organismos asociados a los bosques muy conservados, en Yucatán ha registrado algunas especies en la zona costera, donde la vegetación es muy baja.
“Se distribuye a un nivel altitudinal más bajo, está al nivel del mar casi a unos metros del nivel del mar y eso es muy raro. Entonces la capacidad de adaptación de este animal, que es muy sensible a los cambios del ambiente, si existe la humedad suficiente puede adaptarse, pero si de plano ya todo es concreto está destinada a la extinción”, advirtió.