Tomar la manzanilla en té, infusiones o por medio de lavados a zonas de tu cuerpo podrían ayudar a conservar tu salud.
La manzanilla se ha convertido en una planta que es recomendada para ciertas molestias o dolores debido al uso medicinal que se le ha dado a través del tiempo. El uso más común es el de su flor que, infusionada o en té, es uno de los básicos de los hogares mexicanos.
Según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera puede llegar a tener usos cosméticos para limpiar las impurezas de la piel, pero también ha sido recomendada como un tratamiento natural para la ansiedad, cuidar el estómago y aliviar sus dolores por infecciones, así como la indigestión y hasta contra el insomnio.
¿Has escuchado que puede ayudarte en los dolores menstruales? Además de algo ligero para acompañar tus alimentos puede ayudarte si sufres de gastritis o úlceras ya que sus propiedades antiinflamatorias también podrían beneficiar tu salud.
Esto es lo que la manzanilla puede hacer por tu salud
La manzanilla ha sido utilizada en la herbolaria desde las pasadas culturas en Egipto, Grecia y Roma como remedio en lugar de los medicamentos que podemos encontrar en las farmacias. La guía de Medicina Tradicional Mexicana de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) da importancia a sus beneficios:
- Sistema digestivo: vómitos, diarreas, cólicos, dispepsia, empacho, estimular el hambre, malestar estomacal, espasmos, gastritis nerviosa, indigestión, disentería, infecciones y dolores en el estómago o mal aliento.
- Ginecobstétricos: dilatación de la vagina en el parto, dolores del embarazo, contra la esterilidad femenina, dolores menstruales.
- Ojos: afecciones como inflamación, cansancio, irritación, lagañas, ardor, dolor o para lavados de ojos.
- Vías respiratorias: resfrío, catarro, tos, asma, bronquitis y lavar la nariz.
- Piel: lavar la cara o heridas, picaduras o para eliminar barros y espinillas.
Los compuestos de la manzanilla
Según el National Center for Biotechnology Information esta planta contiene diversos compuestos, especialmente en sus flores, como los terpenoides y flavonoides, que apoyan a sus propiedades antiinflamatorias y antiflogísticas.
Otros de ellos son un porcentaje de 1 a 2% de aceites volátiles que incluyen los siguientes elementos: Alfa-bisabolol, óxidos de alfa-bisabolol A y B y matricina. Se suman sus óxidos azulenos, con derivados del acetileno y el camazuleno, así como el farneseno y α-pineno.