El mandatario tiene prohibido divulgar información fiscal, bancaria o empresarial de la aspirante presidencial del PAN.
Un juez federal ordenó hoy al presidente Andrés Manuel López Obrador, por tiempo indefinido, dejar de atacar a la aspirante opositora Xóchitl Gálvez, al tiempo que prohibió a las autoridades hacendarias difundir su información fiscal, bancaria o empresarial.
Martín Santos, juez Octavo de Distrito en Materia Administrativa, concedió la suspensión definitiva en el amparo promovido por Gálvez el 18 de julio, luego de que el presidente exhibió información de sus empresas en la conferencia mañanera.
La suspensión definitiva ordena a López Obrador y funcionarios de la presidencia que “se abstengan de seguir llevando a cabo cualquier manifestación, declaración, comunicado o publicación que aluda a la quejosa en su persona, su situación financiara, fiscal, empresarial, bancaria o cualquier tipo de aspiración política o personal que pudiera tener”.
“Se abstengan la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el Servicio de Administración Tributaria, la Unidad de Inteligencia Financiera y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, de proporcionar información sobre la situación financiera, fiscal, empresarial y Bancaria de la quejosa, si no es solicitada de acuerdo a la legislación aplicable”, es otro efecto de la suspensión.
También se deben eliminar de todas las plataformas y redes sociales de la presidencia las declaraciones y comunicados sobre Gálvez, en particular los transmitidos del 3 al 5, el 7 y el 14 de julio.
El Gobierno puede impugnar la suspensión definitiva ante un tribunal colegiado, pero estas revisiones toman al menos de dos a tres meses, y mientras tanto la orden del juez se tiene que acatar.
Santos ya había otorgado una suspensión provisional con efectos similares el 7 de agosto, misma que estaba a revisión ante el Décimo Noveno Tribunal Colegiado Administrativo. Este recurso quedará sin materia, pues Santos ya resolvió sobre la suspensión definitiva.
En una carta al juez luego de la suspensión provisional, Lopez Obrador lo acusó de proteger a delincuentes y grupos de interés.
El desacato a una suspensión es un delito que se castiga con tres a nueve años de cárcel, y es el mismo por el que López Obrador fue desaforado en 2005 cuando era Jefe de Gobierno del entonces DF.
Más allá de la suspensión, en el fondo del amparo el juez deberá resolver si el Presidente ha violado derechos humanos de Gálvez con sus declaraciones.