Mes patrio en México: Incertidumbre sobre posibles sismos en septiembre

El SSN informó que el martes 19 de septiembre se llevará a cabo el ‘Segundo Simulacro Nacional’.

Llega el mes patrio y no puede faltar la algarabía ante los festejos, pero quizás también un susto telúrico, como es ya casi “tradicional”.

No pocos mexicanos así lo piensan debido a las últimas sacudidas desafortunadas que han coincidido con la fecha del histórico terremoto de 1985, pero en realidad parece ser solo eso, una coincidencia, insisten los expertos ante la zozobra que acompaña a la gran interrogante de si volverá a temblar el 19 de septiembre, o en días cercanos.

“Hay la probabilidad de que tiemble, como cualquier otro día del año”, afirma en entrevista el sismólogo Arturo Iglesias, actual jefe del Servicio Sismológico Nacional (SSN).

“Seguro va a temblar porque todos los días se registran en promedio unos 70 sismos; la mayoría de ellos son de magnitud muy pequeña y no son percibidos. Entonces, no cabe la menor duda de que va a haber algún sismo el 19 de septiembre, es indiscutible”, remarca el también investigador del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.

Ahora, que uno de los sismos que pueda tener lugar en dicha fecha sea de magnitud considerable (como sucedió el año pasado, de 7.7, y en 2017, de 7.1)“pues es igual de probable a que lo haya en cualquier otro día del año”, refrenda Iglesias.

“Pero lo que nos ha demostrado la historia geológica en México es que todo es un albur, porque pueden pasar mil cosas”, dice, por su parte, el ingeniero geólogo Alejandro Salazar, quien de plano ha desafiado a la suerte al publicar en su cuenta de X que si ocurre otro sismo intenso el 19 de este mes dejaría la Geología y abriría su Onlyfans.

“Ya las Ciencias de la Tierra no dejan mucho”, bromea el experto independiente, que en tono más serio apunta: “La verdad es que yo espero que no tiemble (…) Estadísticamente, no es probable que tiemble (fuerte ese día), pero la probabilidad nunca llega a 0. Si pasara esa situación, sería otra de las coincidencias más grandes de la historia”.

Lo cierto es que, al estar México ubicado entre cinco placas tectónicas (la del Caribe, la del Pacífico, la de Norteamérica, la de Rivera y la de Cocos), los movimientos telúricos son, más que una posibilidad, la realidad cotidiana de la que el SSN tiene un registro histórico que abarca de mil 900 hasta este año.

“Lamentablemente, al vivir en una zona de subducción (entre algunas placas tectónicas) y una de las zonas sísmicas y volcánicas más activas de todo el planeta, pues tenemos que estar preparados porque cualquier día y cualquier hora pueden haber estos eventos”, recalca Salazar, profesional egresado del IPN y jefe de proyectos en Grupo Zuhari.

De acuerdo con Iglesias, aunque al día de hoy todavía hay muchas preguntas por resolver sobre los procesos tectónicos, y con las herramientas actuales no es posible explicar la concurrencia de eventos fuertes en la misma fecha, en ninguna parte del mundo los sismos se distribuyen por temporadas del año, como sí pasa con fenómenos como los huracanes.

El investigador del IGf (del cual fue director de 2013 a 2017) resalta que esta creencia de una mayor sismicidad en septiembre, con posibilidad de terremotos el 19, es una percepción meramente contemporánea que quizá no compartirían quienes vieron al Ángel de la Independencia caer el 28 de julio de 1957, o parte de la Universidad Iberoamericana derrumbarse el 14 de marzo de 1979, ambas fechas marcadas por fuertes sismos.

“Si nos pudiéramos regresar en el tiempo antes del 19 de septiembre del 85, pues nadie hubiera pensado que había sismos en septiembre. Es un sesgo de los últimos tiempos, de los últimos años en que han ocurrido algunos sismos ese mes”, reitera Iglesias.

“Pero no solo ese mes. El 23 de junio de 2021 ocurrió uno muy importante en Huatulco. Si uno va y le pregunta a la gente en Huatulco: ‘Oiga, ¿tiembla más en septiembre?’, van a decir que no”, añade el especialista, quien sólo admite como temporada sísmica “la que empieza el 1 de enero y termina el 31 de diciembre”.

¿Hacia la anticipación con precisión?

Una respuesta frecuente, y que seguro volverá a ponerse sobre la mesa si la tierra se sacude con fuerza este 19, es que resulta imposible anticipar los temblores. Por fortuna, las investigaciones en sismotectónica, de la mano de avances como la Inteligencia Artificial y GPS de mayor precisión, ya apuntan hacia esa meta.

“Hay algunos esfuerzos muy serios que estudian fenómenos que, en algunos casos, pudieran ser indicadores, precursores de la ocurrencia de sismos”, señala el jefe del SSN. “Aquí mismo en el IGf se está estudiando algo que se llama sismos silenciosos (eventos prolongados e imperceptibles de deslizamiento de la corteza terrestre) y su relación con los que sí nos afectan”.

“Posiblemente estemos ya enfrente de los primeros indicadores de un sismo precursor, pero todavía hay discrepancia entre muchos científicos”, refiere Salazar. “Todavía hay mucho que investigar. Quizás al final de este siglo estaremos ya viendo la noticia: ‘Se espera la siguiente semana algún evento importante’. Ahorita todavía no tenemos la tecnología en ninguna parte del mundo”.

Finalmente, para que México, País que por sus condiciones geológicas representa un punto de estudio importante, pueda avanzar en esa dirección se requiere apoyo. Pero que eso suceda parece algo mucho menos probable, al menos bajo la actual política científica.

“En los últimos años, por ejemplo, sí ha sido mucho más difícil obtener recursos del Conahcyt (…) Al menos desde esta trinchera, no se ven tantas convocatorias, no se aprueban tantos proyectos. Ha habido una disminución notable”, lamenta Iglesias.

Ante el Simulacro Nacional

Conforme septiembre se ha vuelto el mes de los sismos en el imaginario colectivo, para el SSN representa ahora la temporada fuerte del año.

Esto por una mayor atención de los medios, varias entrevistas por atender, solicitudes de charlas y conferencias y, por supuesto, la participación en el Simulacro Nacional, enlista Iglesias.

“Para el simulacro del 19 de septiembre de 2023 a las 11:00 am, el SSN enviará un mensaje de un sismo hipotético de magnitud 8.0 con epicentro en Acapulco, Guerrero, con la leyenda #SegundoSimulacroNacional”, publicó en X el organismo adscrito al Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM y que cumplió 113 años el pasado 5 de septiembre, otra coincidencia con este mes.

Curiosamente, las respuestas a tal publicación, además de evidenciar cierto ánimo conspiranoico (“Ptm por qué Acapulco? Que saben?”“Algo saben y no nos han querido decir nada”, escribieron dos usuarios), reflejan el tipo de explicaciones a las que parecen apegarse aquellos insatisfechos o escépticos de la lógica científica.

“Nooo por favor, eso nos trae mala suerte!!!!”, escribió una mujer. “Ya dejen de hacerlo ese día!!!!”, comentó otra. “No anden invocando a don temblor jajaja”, remató alguien más.

“Una idea muy frecuente, que además tiene mucho arraigo, es que la organización de los simulacros atrae los sismos. Esta cosa que le llaman la ‘ley de atracción’ y cuestiones que dicen que hay que decretar o algo por el estilo. Desde el punto de vista científico, es muy fácil desarmar algo así”, sostiene Iglesias.

Y ello no es lo más exótico que ha escuchado el maestro y doctor en sismología, quien incluso bromea con su esposa cuando ven lo que la gente comúnmente llama “cielo aborregado”, otra presunta señal de que un sismo se avecina.

“Le digo: ‘Va a temblar’. Y me dice: ‘¡No digas eso!. Yo juego con ella, pero, como afortunadamente no tengo capacidad de predicción, nunca pasa nada“, dice el jefe del SSN, quien de joven descubrió que tenía vocación por la sismología y por la cocina.

“A lo largo de la historia de toda la humanidad siempre hemos tratado de buscar una explicación fácil y sencilla. La cuestión es que los sismos no son fáciles ni sencillos”, añade Salazar, cuyo interés por las Ciencias de la Tierra surgió de los sismos en Colima a mediados de los 90 y la caída de ceniza del Popocatépetl.

“Cualquier cambio en la estructura tectónica que pudo haber pasado hace miles o millones de años puede generar un sismo mañana. Para la gente es más fácil buscar una solución o una respuesta fácil diciendo que hay energías o que hay fuerzas (metafísicas) que se están moviendo alrededor de todo”, agrega.

Para ambos especialistas, al no haber mucha más alternativa que ser conscientes de la sismicidad en el País, lo ideal es la prevención. Desde seguir recomendaciones básicas de protección civil como tener un plan familiar y una maleta de vida hasta no ser omisos y participar en el Simulacro Nacional, este martes.

“Es mucho mejor saber qué hacer en diferentes situaciones, como en la casa o la oficina, a que nos agarre completamente desprevenidos”, expresa Iglesias, quien además hace un exhorto a mejorar las construcciones para que sean resistentes a los movimientos telúricos.

Apps de alertas

Sobre si es recomendable instalar y estar atentos a las aplicaciones móviles que suelen enviar alertas incluso por sismos de baja magnitud, los especialistas se dicen en contra.

“Me parece que es desaconsejable completamente porque hay un problema grande de falta de regulación, y entonces no hay de parte de la autoridad una supervisión de los posibles errores que se están cometiendo”, enuncia el jefe del SSN, instancia que no opera ninguna alerta. “Francamente, creo que no deberían de existir (tales aplicaciones)”.

“La verdad es que alimentan la histeria. No, no recomiendo tener estas aplicaciones porque siempre estás con ese miedo”, indica, por su parte, Salazar. “Mejor seguir avanzando; los fenómenos van a seguir sucediendo, teniendo o no teniendo la aplicación”.

Sipse