Conoce la historia del dintel que le da nombre a Serie Inicial (Chichén Viejo)

La pieza se encuentra embalada y será exhibida en el próximo Museo de Sitio

Desde hace casi 100 años y durante varias décadas, visitantes de Chichén Itzá podían apreciar el dintel que le da nombre a la zona de Serie Inicial, una pieza que actualmente se encuentra bajo resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y no forma parte de los nuevos recorridos.

La enorme piedra llena de inscripciones de glifos mayas fue hallada a finales de la década de 1890 por Edward H. Thompson, quien era cónsul de Estados Unidos en Progreso y propietario de la Hacienda Chichén Itzá, explica José Francisco Osorio León, director de la zona arqueológica.

El estadunidense buscaba tesoros que Diego de Landa (misionero español y cronista de Yucatán luego de la Conquista) describe en sus escritos y en esas exploraciones fue notificado de la existencia de un “cerro” donde había un templo.

“La gente que vivía en la hacienda y tenía sus milpas le contó que existía un cerrito donde había un templo. Thompson acude y en el muro sur encuentra una piedra alargada, angosta y  cortada muy finamente. Cuando él la mueve ve que la parte interior tenía inscripciones jeroglíficas, que con el paso del tiempo -porque entonces no había mucho conocimiento de las inscripciones- se descubre que es una inscripción de Serie Inicial muy completa porque tiene días y meses de forma muy precisa y es la única completa que hay en todo Chichén”, explica el arqueólogo en entrevista con La Jornada Maya.  

La fecha corresponde al 28 de julio de 869 y gracias a este descubrimiento toda el área es nombrada Serie Inicial, ahora también conocida como Chichén Viejo.

Unos años después del hallazgo, Thompson sugirió que el dintel permaneciera encima de los atlantes del templo, aunque al colocarlo se vio que la medida no correspondía porque se cubren los extremos de las inscripciones y se supone que al ser expuesto se deberían apreciar, sin embargo ahí permaneció durante varias décadas.

La zona de Chichén Viejo fue visitada de manera clandestina por diversos turistas que ingresaban a través de caminos de propiedad privada. Por ello existen fotografías de personas posando bajo el dintel sostenido por los dos atlantes. Se estima que la foto de portada de esta nota data de 1929.

“El Hotel Mayaland ofrecía incluso tours a caballo y entraban por un camino de la propiedad privada sin el permiso del INAH”, detalla el director.

Durante este periodo, la Carnegie Institution del Museo Peabody de la Universidad de Harvard realizó investigaciones en Chichén Itzá y tuvo acceso a Serie Inicial de 1923 a 1942, por ello resguarda registro fotográfico de la zona.

De acuerdo con el director de Chichén Itzá, la pieza fue desmontada alrededor de 2007 y estuvo expuesta en diversos eventos de arqueología para posteriormente ser embalada en pro de su conservación.

Actualmente, con el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), que deriva de la construcción del Tren Maya, la pieza es considerada para ser exhibida en el Museo de Sitio que se construye en Chichén Itzá.

Los recorridos por Chichén Viejo son limitados, se realizan únicamente viernes y sábado bajo previa reserva. La zona se encuentra a kilómetro y medio del Templo de Kukulcán, en el área principal del sitio arqueológico. 

La Jornada Maya