El aula de la memoria: Una casa con mucha historia y educación en Yucatán

En los museos se enseña y en las escuelas se genera e incrementa el patrimonio

Educar es, y así ha sido desde siempre, una tarea de preservación y difusión. Preservar los valores y difundir el conocimiento. Muy similar a la misión que cumplen los espacios museográficos. Tal vez por eso, a lo largo de la historia de la pedagogía, se menciona con frecuencia la importancia del binomio museo-educación. 

Un binomio en el que cada elemento ha caminado en direcciones paralelas a lo largo de los siglos: en los museos se enseña y, a su vez, en las escuelas se genera e incrementa el patrimonio y el acervo. En Yucatán, tenemos una bisagra ejemplar de esta simbiosis didáctica: la Casa de la Historia de la Educación (CHEY), un espacio que este 2023 cumplió su 13 aniversario.

En su fundamento legal, la tinta que sustenta el origen de este proyecto, publicado en el Diario Oficial se señala que “se crea la Casa de la Historia de la Educación de Yucatán […] con la finalidad de rescatar, preservar y divulgar la memoria histórica educativa y la identidad profesional del magisterio” y de esta jerga burocrática bien vale destacar la palabra ‘divulgar’ y el concepto de ‘identidad profesional del magisterio’, porque se entiende que en el espíritu de esta iniciativa late la responsabilidad de ser un espacio vivo y de reivindicación de la labor docente en las comunidades de aprendizaje.
 

La guardiana de la historia de la educación

Y por supuesto, la Casa de la Historia de la Educación tiene mucha historia y mucha educación, en su edificio, en su acervo y en el personal que la encabeza, porque la Mtra. Effy Luz Vásquez López, su Coordinadora General, es historia educativa viva. La Mtra. Effy Luz vio la luz, en sentido metafórico y literal, en una escuela de Yucatán: sus primeros recuerdos son de la Escuela Primaria 20 de Noviembre, en Dzidzantún, cerca del litoral yucateco, donde su padre fungía como director y su madre como auxiliar. 

Ahora, tras más de ocho décadas como parte de la comunidad de aprendizaje, en todas y cada una de sus facetas – hija de docentes, alumna, normalista, madre de familia, docente frente a grupo, capacitadora, jefa de departamento, maestra de maestros –, Effy Luz es la custodia de la Casa de la Historia, la guardiana de las memorias en los salones de clase, el vaso comunicante entre los diferentes modelos educativos. No podía ser de otra forma, quien tuvo su primer recuerdo en una escuela de Yucatán, ahora cuida los recuerdos de las escuelas de Yucatán.

“El propósito de la CHEY es resguardar la memoria histórica de nuestra educación desde el punto de vista cualitativo y no meramente estadístico. Significa la preservación y resguardo de la obra pedagógica, literaria e histórica de múltiples antecesores nuestros que nos legaron un talento y sensibilidad pedagógica que nos llena de orgullo”, afirmó la Mtra. Effy Luz.

La docente yucateca – Maestra Distinguida 2003, primera mujer en recibir el reconocimiento Diputado profesor Pánfilo Novelo Martín y recipiendaria de la Medalla Yucatán 2016, entre muchas otras distinciones – abunda sobre los servicios de este espacio al señalar: “Para tal fin se cuenta con un Archivo Histórico y una Biblioteca Pedagógica con cientos de libros de autores nuestros, de prestigio nacional e internacional y otros igualmente valiosos, donados por maestros que se jubilan y quieren compartir sus lecturas con nuevas generaciones de docentes.”

La sede de la historia de la educación de Yucatán

Sobre la calle 62, número 391 entre 45 y 47, muy cerca del primer cuadro del Centro Histórico de Mérida, se ubica la actual sede de la CHEY, un inmueble también con mucha historia en sus instalaciones. Y es que, si las paredes hablaran, ahí todavía se escucharía el eco de las clases impartidas.

Hace unas décadas, en ese espacio funcionó la Escuela Primaria Ana María Gallaga, uno de los primeros planteles puestos en marcha en los inicios de la educación racionalista en Yucatán y a los cuales se le pusieron nombres de héroes y personajes de carácter nacional. En este caso el de la madre del Padre de la Patria, don Miguel Hidalgo y Costilla.

También, en dicha dirección funcionó en su momento la Escuela Nocturna Agustín Franco Villanueva, un plantel en el que hasta hace unos años se impartía educación media superior a estudiantes que también trabajaban, una situación que les complicaba continuar su educación en los turnos matutino o vespertino. No obstante, debido a la dinámica poblacional, en la que muchas familias dejaron de habitar en el centro de la ciudad y a más facilidades para jóvenes que trabajan o ayudan en casa como la educación semipresencial o a distancia, las escuelas nocturnas han ido desapareciendo en Yucatán y en todo México.

Ahora, en este inmueble, si bien ya no se imparten clases propiamente, late mucho de la educación en el estado a través del acervo y material que tienen en resguardo y para consulta de quienes integran la comunidad de aprendizaje.

Así, en su inventario bibliográfico cuentan con más de 10 mil títulos, entre los que destacan el libro de Maestros Distinguidos, que hace un recuento de la historia educativa en Yucatán a través de algunos de sus docentes más emblemáticos, y El Lector Hispano Americano, un Libro Tercero de Lectura publicado en 1909. 

Y en el Archivo Histórico se tiene un estimado de 42 mil 560 piezas entre documentos, fotografías, objetos escolares, cuadros y material audiovisual. Entre sus piezas más llamativas está una rodada bicicletera de 1948 y el Certificado de Secundaria de un alumno de nombre Armando Manzanero Canché, expedido en 1954, y donde queda constancia de que el mejor compositor yucateco de todos los tiempos obtuvo ¡64 de calificación! En su segundo año de Enseñanza Secundaria.

El futuro del pasado: ¿Qué sigue para la Casa de la Historia de la Educación de Yucatán?

En palabras de José Luis Blanco Pajón, Coordinador administrativo de la CHEY, se vienen muchos proyectos, entre los que se encuentran: “Seguir profesionalizando la labor referente a los documentos y el archivo histórico. Somos un centro documental joven que requiere de afianzar y consolidar sus procesos técnicos de recopilación, preservación y resguardo.”

Tienen claro que resguardar la memoria implica: “Ajustarnos a las nuevas normatividades, como la Ley de Archivos del Estado, que establece formas y modos para un adecuado manejo de nuestro patrimonio documental.” 

Parte fundamental para la conservación de los documentos históricos es la supervisión, limpieza y tratamiento de estos. Compartimos un momento de la dedicada labor que se realiza en el Acervo Documental e Histórico de la Casa de la Historia de la Educación de Yucatán.

En una época de código abierto y aplicaciones digitales: “Es importante el uso de la tecnología, de herramientas digitales y electrónicas. Estamos configurando por instrucción de nuestro gobernador Mauricio Vila y nuestro Secretario de Educación, Liborio Vidal Aguilar, un proyecto de digitalización en diversas etapas de nuestro acervo documental y fotográfico. Sobre todo, aquellos documentos que por su antigüedad y estado físico requieren de una preservación urgente”.

Y así como en Yucatán las escuelas en los 106 municipios del estado son de puertas abiertas, la CHEY debe ser también un espacio vivo: “Un centro cultural, un foro que permita el encuentro entre la sociedad y su historia, en el caso específico de la Casa de la Historia, de su historia educativa.”

Asimismo, con el fin de preservar y divulgar la identidad profesional del magisterio, tal y como lo señala su fundamento legal, a partir de este año se entregará el Reconocimiento Casa de la Historia de la Educación de Yucatán. “Un reconocimiento institucional en vida o de manera póstuma, a profesores y profesoras que, con ejemplo de vida, trayectoria, mérito artístico, y/o aportaciones históricas a los procesos educativos, han enaltecido el papel del magisterio educativo en la entidad”, afirma José Luis Blanco Pajón.

Así, la Casa de la Historia de la Educación de Yucatán tiene mucha historia del pasado por preservar y divulgar, y mucha historia en el futuro por escribir. Por eso, quien esté interesado en reservar sus espacios e instalaciones para consulta del material o para realizar un evento cultural, artístico o pedagógico puede comunicarse al teléfono 9991 71 13 79 o mandar un correo electrónico a: casahistoriaeducación2021@gmail.com.

La Jornada Maya