Especialistas de la Unesco destacan las razones por las que debe otorgar la declaratoria
El bordado maya yucateco es una práctica con la mayor diversidad de técnicas y el mayor número de bordadoras en México, además de que representa una actividad social, cultural y económica fundamental para las comunidades, por ello se ha promovido que sea reconocido como Patrimonio Cultural Intangible del Estado.
“Es muy antigua la práctica, se sabe que se realiza desde la época prehispánica porque se ha documentado a través de tejidos recuperados en el cenote de Chichén Itzá que tienen siglos de antigüedad, pero además tiene una raíz muy profunda y es un símbolo de identidad importantísimo tanto en los pueblos como en la capital. Es la única producción artesanal que es un símbolo de identidad yucateco muy fuerte porque se identifican todos: ricos, pobres, dzules, mayas, rurales, citadinos, hombres, niños… Todo mundo lo aprecia y le gusta” destaca Silvia Terán, consultora de Patrimonio Cultural Inmaterial para la Unesco y una de las promotoras de la declaratoria.
Este miércoles 6 de marzo, la Comisión Permanente de Arte y Cultura del Congreso de Yucatán aprobó el proyecto de decreto presentado por el PAN por el que se declara como Patrimonio Cultural Intangible del Estado, al conjunto de técnicas y conocimientos relativos al bordado maya yucateco, con lo que sólo faltaría la aprobación del pleno para que sea una realidad.
Esta declaratoria permitirá implementar acciones para la preservación y rescate de la práctica milenaria, en la que participan los 106 municipios del estado.
“La declaratoria reconoce la importancia del bordado, su importancia simbólica, su importancia patrimonial en la región… Le da visibilidad a la manifestación y a sus bordadoras y por otro lado, acerca un plan de trabajo a las instituciones para apoyarlas. Se fortalece el autoestima cultural de las bordadoras y se fortalece un plan de acción conjunto entre las bordadoras y los gobiernos, las ONGs, los gestores, la academia, en todos los sentidos para fortalecer el bordado.
“Todo esto va mejorando la calidad de vida de las bordadoras y va mejorando su condición de patrimonio y finalmente se garantiza que no se pierda el bordado y que se transmita de generación en generación, que es la meta final”, comparte Salomón Bazbaz, especialista en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco y otro de los promotores de esta declaratoria.
Desde hace dos años, la Unesco trabaja en el diagnóstico de la situación del bordado maya yucateco y junto con la Fundación Banorte, el gobierno del estado, la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), la Secretaría de las Mujeres (Semujeres) y el Instituto Yucateco de Emprendedores (Iyem) alista un proyecto para adherirse a esta declaratoria con el que se va a salvaguardar esta práctica.
“Creemos que este reconocimiento es una oportunidad para brindar una igualdad de oportunidades a las mujeres que se dedican a esta práctica y que es una declaratoria que puede ayudar a reconocer el valor que tienen las mujeres yucatecas de las comunidades rurales como pilares y sostenes de sus comunidades y familias”, compartió Carlos Tejada, también consultor de la Unesco.
La Unesco basa su proyecto en tres ejes: el patrimonio cultural inmaterial, el bordado maya yucateco como modelo de negocios y las masculinidades, es decir, cómo influye el machismo como barrera para la transmisión y práctica del bordado y cómo eliminar esta situación.
El 18 de marzo es probable que se discuta en el pleno el dictamen para definir la declaratoria, que prácticamente es un hecho.
“Es una cuestión donde todos ganan, no estamos cambiando leyes, estamos fortaleciendo ciudadanos”, comentó Salomón Bazbaz.