¿Sabías que cuando sentimos sed nuestro cuerpo nos está avisando de que nos estamos deshidratando?
La hidratación es un proceso fisiológico en el que nuestro cuerpo absorbe agua de las células, tejidos y órganos del cuerpo, el cual requiere un balance entre lo que consumimos y lo que perdemos de agua.
“A este proceso se le conoce como balance hídrico”, explicó la licenciada en Nutrición Ina Alejandra Beristain Navarrete.
El cerebro tiene una estructura llamada hipotálamo, donde se encuentra el “centro de la sed” y cuando el agua de nuestro cuerpo va disminuyendo el hipotálamo lo detecta y nos da la señal de boca seca y sensación de sed, nos estamos deshidratando y debemos tomar agua.
Fuentes de hidratación
El agua natural o potable es considerada la principal fuente de hidratación en cualquier etapa de la vida y “en medio del caluroso clima de Mérida la hidratación se convierte en tu mejor aliado”, recordó.
Además del agua, consumir bebidas como tés de infusión con hielos, aguas frescas (limonada o jamaica con sustitutos de azúcar o con una porción mínima de azúcar mascabado en caso de ser necesario), así como suero casero (agua, pizca de sal y gotas de lima, limón o naranja agria) puede ayudar a reponer los líquidos perdidos a lo largo del día.
Ina Beristain, quien también es licenciada en Dietética y Nutrición, apuntó que para estar hidratados lo mejor es siempre consumir el agua simple.
“Hay que tratar de evitar los refrescos que contienen azúcar añadida ya que gran parte de la población padece diabetes y otras enfermedades crónico degenerativas. Y los que no la padecen por lo menos tienen algunos factores de riesgo, por ejemplo familiares que viven con diabetes o que tienen obesidad y otro tipo de factores: son sedentarias, comen alimentos con mucha azúcar agregada, se hidratan con líquidos comerciales de alto contenido de azúcar simple, fosfatos, sodios, minerales que en exceso son un riesgo para nuestros riñones”.
Expuso que los deportistas de alto rendimiento sí usan bebidas hidratantes comerciales pero en dosis indicadas de sus entrenadores.
Su importancia
El agua es esencial para nuestra vida, sin ella nuestro organismo no podría funcionar, ya que es necesaria para muchos procesos fisiológicos: digestión, absorción y eliminación de todas las sustancias que el cuerpo ya no necesita.
“Por ejemplo, si comen sólidos y casi no toman líquidos, hasta el mismo cuerpo tiene más dificultad para hacer todos los procesos fisiológicos”, manifestó la licenciada en Nutrición.
“¿Qué pasa si no estamos hidratados? Nos sentimos cansados, podemos sentir dolor de cabeza, pocos deseos para hacer las cosas, falta de concentración, problemas digestivos para eliminar desechos del cuerpo, problemas de estreñimiento, orina muy concentrada, entre otros”.
La mayor pérdida de agua se da gracias a los riñones a través de la orina y podemos darnos cuenta si estamos bien hidratados o no por su coloración: conforme pase el día y se van hidratando, si la orina es de un color más claro o incoloro será una señal de que están bien hidratados.
También se pierde agua mediante la piel, sudor, salivación, respiración y por las heces fecales.
La cantidad necesaria
Las necesidades de ingesta de agua varían y están determinadas por la edad, el sexo y el peso corporal de cada persona; además del clima y el ejercicio.
De acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona debe consumir alrededor de 1.5 a 2 litros al día de agua simple, aunque va a depender de los factores mencionados anteriormente.
¿De dónde adquirimos agua en nuestro día a día?, se le preguntó a la nutrióloga. “Se adquiere a partir del agua simple, los alimentos y bebidas en general”.
La especialista subrayó la importancia de consumir alimentos que aporten agua.
“Parte de la hidratación de nuestro día debe ser a través del consumo diario de frutas y verduras: todas las personas deben comer dos y tres tazas de verduras al día en diferentes formas: crudas, cocidas y al vapor, en el diseño de los guisos”.
“Es importante que se coman ensaladas, sopas y guarniciones; además, de dos a tres porciones de frutas al día, por ejemplo en un día tomar una toronja, una manzana y medio plátano; ésas serían tres porciones de frutas al día”.
Las verduras se pueden incluir en diferentes peparaciones de alimentos. “En el desayuno se pueden hacer un omelete con chaya, cebolla, tomate y chile dulce, además añadirle un poco salsa de tomate hecha en casa; así, no nada más estarán comiendo huevo sino también vegetales”, ejemplificó.
“A la hora de la comida pueden servirse una ensalada de lechuga con tomate, pepino, jícama y zanahoria, y si se hace un guiso con albóndigas y fideos se pueden añadir vegetales como chayote y calabaza italiana, que son vegetales de agua”.
“Todos estos vegetales nos aportan vitaminas, minerales, fibra dietética, azúcares, un poco de proteínas y agua”.
También indicó que hay personas que tienen el hábito de consumir no uno o dos litros de agua, sino hasta tres o cuatro al día porque tiene trabajos en que están más expuestos al Sol o porque hacen algún ejercicio o deporte de alto rendimiento. “Su cuerpo lo requiere porque tiene esas pérdidas significativas”.
Fuente: Diario de Yucatán