EcoGuerreros propone el desarrollo de actividades económicas de bajo impacto
Con apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a través del Programa de Pequeñas Donaciones (PPD), EcoGuerreros y su iniciativa Camino del Mayab desarrolla un proyecto de conservación de áreas naturales en ejidos de Yucatán.
“Los ejidos en México cuentan con grandes extensiones de tierra. Entonces la idea es crear estos mecanismos de conservación con ellos. Digamos que la propuesta que tenemos como empresa viene de la idea de sí conservar, pero que se puedan desarrollar actividades económicas en esas áreas”, comentó Andrés Gutiérrez Cervera, Co-Fundador de EcoGuerreros.
La idea de Camino del Mayab, junto con el apoyo del PPD, es incentivar el ecoturismo en estas áreas con la intención de reactivar la economía con prácticas de bajo impacto ambiental.
“Actualmente en la conservación hay esta idea de mirar y proteger, pero no tocar. Queremos que sí se pueda tocar, pero como un incentivo a la conservación. Porque es una propuesta de valorar los productos y servicios que la misma comunidad pueda ofrecer. Entonces, mediante Pequeñas Donaciones, estamos desarrollando estas actividades de capacitación de las personas. Les enseñamos sobre este tema de las áreas naturales y cuáles son las bondades y los beneficios que el ejido como tal puede tener. Estamos haciendo estos dos talleres, el de comunicación ambiental y monitoreo biológico para enseñar en los bachilleratos de la región”.
Camino del Mayab cubre un cinturón importante de haciendas y cenotes, donde están las comunidades de Sacalá, Tebá, Yaxcopoil, Cacao, San Antonio Mulix y Abalá, entre otras, en estas áreas es que se están realizando las labores de educación con los ejidos.
“Estas comunidades las pueden recorrer las personas a través de un sendero, entonces la gente camina o va en bicicleta y va conociendo los atractivos de toda esa riqueza natural y cultural que hay en la en la región. La idea es hacer un corredor biocultural, que esté protegido, con la ayuda de los compañeros y compañeras de los ejidos con los que colaboramos. Mediante estos macizos grandes de selva, buscamos generar un ingreso que pueda ser sostenible”.
Estas actividades económicas de bajo impacto intentan ser un mecanismo de conservación, como la apicultura, que depende del cuidado de la floración en estas áreas para que funcione.
A su vez, las áreas verdes abonan a que la filtración de agua en cenotes de la región sea consumible. Las actividades, por lo tanto, buscan ser integrales.
“Queremos desarrollar el ecoturismo comunitario también. Entre estas actividades de bajo impacto hay un tipo de ganadería que es silvopastoril, igual está el tema de milpa, que es una actividad que se puede desarrollar para el aprovechamiento forestal. Utilizar los árboles secos, por ejemplo, para hacer ya sea carbón o utilizar la madera. Eso sirve mucho como actividad para mantener estas áreas naturales en un estado óptimo. Es importante estar removiendo la materia seca o árboles muertos para evitar incendios”.
El proyecto de la empresa social EcoGuerreros, Camino del Mayab, se encuentra en expansión y desarrollando nuevos talleres. La invitación a la ciudadanía es abierta para que vayan conociendo estos espacios de conservación.
Las páginas de Facebook para preguntar más información son Camino del Mayab Oficial y EcoGuerreros.
Fuente: La Jornada Maya