Este año la comunidad de Xbox en Chacsinkín será sede del intercambio
Desde hace 20 años, la asociación no gubernamental Misioneros AC ha enfocado su trabajo en la conservación, mejoramiento e intercambio de semillas en el sur de Yucatán y con la organización anual de la Fiesta de las Semillas, año con año comprueba que es una de las formas más eficientes de resistencia para evitar la extinción de la milpa maya.
La edición número 20 de la Fiesta de las Semillas se llevará a cabo este domingo 28 de abril en la comunidad de Xbox, del municipio de Chacsinkín. El evento consiste en el intercambio de conocimientos y experiencias para garantizar la soberanía y seguridad alimentaria.
“Año con año nos juntamos a darle gracias a Dios por las cosechas. La Fiesta de las Semillas es un punto de llegada, es la celebración de un ciclo productivo para dar inicio a uno nuevo. No hay discursos, no es un foro; se reza, se comparte el pozole, la comida, también hay intercambio de productos como semillas y plantas. Se abre un espacio de intercambio de conocimientos que es de persona a persona”, detalla Margarita Asunción Noh Poot, Integrante fundadora de Misioneros AC.
Esta organización sin fines de lucro con inspiración cristiana decidió hace dos décadas trabajar en Chacsinkín por ser una comunidad marginada, con altos índices de pobreza.
Además, Margarita destaca que en el sur de Yucatán no hay mucha venta de semillas, por lo que había una necesidad urgente de recuperar la práctica de la milpa maya, conocida por ellos como Ich Kool, que es todo un sistema productivo y sociocultural milenario.
El huracán Gilberto, que golpeó Yucatán a finales de la década de 1980, fue un punto relevante para comprobar que la protección de las semillas no sólo era resistencia sino resiliencia.
Margarita recuerda que las cosechas se inundaron y que no había ayuda gubernamental porque los esfuerzos estaban concentrados en ayudar a los hoteleros, por ello fue necesario el trabajo entre campesinos y organizaciones no gubernamentales para recuperar las variedades de semillas que se encontraban bajo el agua.
Fue así que surgen las y los guardianes de semillas y se realizó la primera fiesta, un intercambio que garantizó la recuperación de cosechas de 26 variedades de maíz de los cuatro colores: blanco, amarillo, rojo y morado.
“Es una manera de resistencia, es una de proteger el Ich Kool, que no solamente es el maíz. Quien hace Ich Kool es la persona sabia, la persona rica, que puede ser que no tenga cuenta bancaria ni títulos académicos pero es un sabio que conoce, que observa y que ve los cambios, que puede prever”, manifesta Margarita.
La red de guardianas y guardianes de las semillas se encargó también que durante la pandemia de Covid-19 y tras las inundaciones a causa de la tormenta tropical Cristóbal -una de las que mayores afectaciones ha causado en Yucatán- las comunidades de la península tuvieran semillas suficientes para tener cosecha.
Para realizar el acopio de semillas, Misioneros AC contó el apoyo del Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
Ahora, las y los guardianes de las semillas están organizados en al menos 10 comunidades de Yucatán y sostienen alianzas con otras asociaciones de la península con la misión de recuperar y conservar los saberes tradicionales.
Parte de este trabajo se consolidó con la creación de la Casa de la semilla, que se ubica en Chacsinkín y que permite el resguardo de semillas nativas y criollas para conservar el patrimonio biocultural de los pueblos de la región.
La Fiesta de las Semillas es un acto de resistencia y resiliencia también contra el cambio climático, pues garantiza que las comunidades pueden enfrentar sequías o inundaciones mientras se mantengan organizadas y trabajen con responsabilidad y respeto.
La cita para la celebración de este año es a las 9 de la mañana en el Domo del Pueblo de Xbox, Chacsikín.
“Están invitadas todas las personas que quieran llegar, todo aquel que nos quiera respetar y que quiera colaborar respetando nuestro reglamento sin intención de hacer colecta para patentar las semillas”, señala Margarita.
Fuente: La Jornada Maya