Tiene 10 años y es parte de Caimanes de Umán, de los pocos equipos mixtos que existen en la entidad.
Ese cuento de que el beisbol es un deporte exclusivamente para hombres es ya de hadas.
Y es que la niña Yamilet Chan García se ganó a pulso la titularidad y el puesto de catcher en el equipo Caimanes, de la categoría 9-10 años, y siente que ha cumplido con el primer objetivo de la escuadra, originaria del municipio de Umán, en Yucatán.
“Siempre me ha gustado estar detrás de home y aunque antes jugaba en los jardines y la segunda base, luché para obtener ese puesto”, dijo la máscara de apenas 10 años de edad.
En entrevista con La Jornada, la niña explicó que se inclinó por este deporte ante la apertura que tienen las niñas, quienes ya casi no tienen muchos obstáculos para practicar deportes donde solo incursionaban hombres.
El equipo Caimanes es de las pocas novenas en la Liga Infantil Yucatán -temporada 2024- que juega con niños y niñas.
Yamilet Chan afirmó que siempre le ha gustado la posición de receptor y que también juega su papá Aarón Chan, conocido como Chúntaro, en circuitos semiprofesionales de Yucatán.
“Me gusta verlo actuar, principalmente cuando saca gente que busca robarse las almohadillas”, dijo la niña sobre su progenitor.
Pero también checa partidos de Grandes Ligas de los Estados Unido: “Me gustaba ver jugar a Yadier Molina (ya retirado), catcher de los Cardenales de San Luis, me aprendía cada uno de sus movimientos y la facilidad que tenía para sacar jugadores en las bases”, explicó.
La cátcher tiene varios objetivos en puerta: uno de ellos es continuar jugando beisbol y más adelante llegar al profesionalismo.
Estudiante del quinto grado en la escuela primaria Guadalupe Victoria, Yamilet Chan admitió que ser catcher no es fácil, “pero en los entrenamientos aprendo más sobre esta difícil posición”.
De acuerdo con su entrenador, Francisco Quintal, Yamilet Chan es una chica muy dura en home y tiene un buen brazo para sacar a los jugadores rivales, además que se defiende en la caja de bateo; si se aplica puede llegar muy, pero muy lejos.
Fuente: La Jornada Maya