La deforestación en Mérida provoca la muerte de especies locales.
En Mérida, los megaproyectos en expansión de la ciudad han incrementado el desplazamiento y muerte de poblaciones de especies animales locales y la afectación de sus nichos biológicos, lo que podría derivar en situaciones similares a las que viven los monos aulladores en Tabasco y Chiapas, donde se ha reportado la muerte de ejemplares que presentan síntomas de deshidratación, advirtió un especialista egresado del Instituto de Ecología de la UNAM.
El cambio climático ha determinado varios aspectos de la vida de especies animales y flora a nivel mundial. Los mamíferos y las aves que conviven con los humanos en los espacios urbanos suelen estar bien adaptados a los cambios de clima, pero no a la reducción de sus hábitats naturales.
“Generalmente los animales están adaptados a las variaciones de las temperaturas a lo largo del año. Sin embargo, sí es preocupante la pérdida de hábitat y la deforestación, lo que hace que tengan menores espacios para sobrevivir”, comentó Juan Cruzado Cortés, experto en mamíferos.
Las deforestaciones que afectan con frecuencia la biodiversidad de las regiones naturales son comunes en los proyectos de desarrollo de todo tipo, desde la tala de maderas preciosas hasta la plantación de monocultivos.
“Estas actividades causan la pérdida de poblaciones y especies de animales. Generalmente nos enfocamos sólo en las especies en riesgo, pero se están perdiendo poblaciones de animales de manera local, aunque la especie no esté en riesgo”.
En Mérida hay un incremento en la construcción de vivienda desde hace varios años y la lógica de expansión de la ciudad ha sido en horizontal, lo que ha terminado por afectar las zonas naturales cercanas. Aunque el contacto humano y animal siempre ha sido común en las ciudades, el nivel de desarrollo deja sin espacios de refugio a muchas especies.
“Aquí en Mérida los animales han sabido adaptarse a la ciudad, hay casos de tigrillos, jaguarundis, venados, osos hormigueros y muchas especies más que viven en las inmediaciones de la ciudad. Básicamente es dejarlos tranquilos, aún hay quienes los cazan o los capturan. Pero fuera de eso, ellos se las arreglan bien sin nosotros”.
La reciente muerte de monos aulladores en Tabasco, es un factor de alarma. La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y los expertos, comentan que aún está en investigación la causa de muerte. No obstante, ya se han tomado medidas como la instalación de bebederos de agua en las zonas donde confluyen.
En Yucatán se ha reportado a través de redes sociales la presencia de animales en busca de agua, como una boa, que fue hidratada por unos jóvenes y un tigrillo que llegó deshidratado a un taller en el municipio de Umán.
El especialista explica que incremento de las temperaturas y las sequías afectan de forma grave a la vida silvestre y a la fauna.
“Todas las especies de animales se ven afectadas en algún grado, y también las plantas. En algunas plantas se ha retrasado la floración o fructificación, lo que ocasiona que los animales no tengan alimento disponible, cuando antes sí lo tenían”.
Lo que se puede hacer para detener la afectación en la vida silvestre, es la regulación del desarrollo de los megaproyectos que han avanzado rápidamente en zonas naturales, así como las constructoras e inmobiliarias que siguen expandiéndose en el país.
“Hay que frenar la pérdida de hábitat. El gobierno sigue autorizando proyectos sin estudios y sin mitigación de daños de obras pequeñas y megaobras”.
Fuente: La Jornada Maya