Hay un estigma y una carga social en la epilepsia, enfermedad que presentan más de 50 millones de personas en el mundo, “una cantidad brutal”, y cuya afectación impacta más en los países de economías emergentes.
En México la presentarían dos millones de personas, una prevalencia alta.
Así lo manifiesta Paul Shkurovich Biakik, neurólogo y epileptólogo que coordina la clínica de epilepsia del Centro Neurológico ABC, en Ciudad de México, y quien resalta que es una condición catastrófica que genera crisis de salud y lesiones asociadas por efecto de los medicamentos y el estigma que tiene en algunas regiones.
La epilepsia, explica, se origina en el cerebro por una actividad química y eléctrica anormal, que se expresa con cambios en diversas funciones neurológicas.
En las crisis ocurren las sacudidas, un síntoma característico, y alteraciones sutiles o cambios en la percepción visual y auditiva.
La enfermedad tiene causas múltiples y es la tercera neurológica más frecuente en el país, solo superada por el alzhéimer y los eventos cerebrovasculares.
La enfermedad es de más común aparición en las naciones centroamericanas, asiáticas y africanas.
El doctor Shkurovich Biakik destaca que buen número de pacientes mantiene su condición bajo control con medicamentos anticrisis y un 30% no responde correctamente o no tiene buena tolerancia a los fármacos.
Cuando esto ocurre se buscan otras opciones para ayudar a la persona, como la cirugía receptiva, que permite disminuir la carga de las crisis.
Un tratamiento consiste en la implantación de electrodos profundos. Para ello se identifica mediante un encefalograma dónde se están iniciando las crisis para hacer implantaciones bilaterales o de un solo hemisferio.
El doctor Shkurovich Biakik comparte que en la clínica a su cargo se han hecho en seis años 120 tratamientos quirúrgicos para ayudar a pacientes con epilepsia, tanto niños como adultos.
El médico subraya que cuando no se logra controlar las crisis con medicación hay que identificar de dónde viene el problema para ayudar al paciente, esto es, determinar en qué área de la corteza cerebral está la actividad eléctrica anormal.
En cuanto a las causas de la epilepsia, señala que varían según el grupo de edad, pero en general en niños se debe a una cuestión congénita, es decir, nacen con el problema, y en personas de más edad puede deberse a traumatismos, infecciones, accidentes cerebrovasculares, tumores y enfermedades degenerativas.
Lo importante, enfatiza, es la atención médica oportuna que permita darle al paciente una terapia adecuada y ofrecerle otras opciones, como la cirugía, cuando no se responda a los fármacos.—