El aire es un ente vivo para los mayas: Giovani Balam Caamal

Presentan investigación sobre los vientos en la cosmología maya, su importancia y trascendencia

Giovani Cornelio Balam Caamal es un joven mayahablante de 31 años, originario de San Francisco, Tinum, Yucatán, quien recientemente presentó una investigación acerca de los aires o vientos dentro de la cosmología maya, la importancia, los significados y la trascendencia que tiene en la cultura. 

Cada cultura alrededor del mundo cuenta con diferentes elementos distintivos que soportan sus creencias, en el caso de las y los mayas, el viento o aire juega un papel fundamental, explicó Balam Caamal, quien estudió en la Universidad del Oriente de Valladolid, Lingüística y Cultura Maya. Y posteriormente cursó una maestría en Estudios Mesoamericanos en la Universidad Autónoma de México (UNAM), en donde hizo su tesis “Iik´o´ob (aires o vientos sagrados): sus concepciones en la vida cotidiana y ritual de los mayas en Yucatán. 

El investigador maya consideró necesario centrar su investigación en estructurar la visión que aún persiste dentro de las comunidades, en donde los “Iik´o´ob” se vinculan con la siembra, la cosecha, enfermedades, espíritus protectores del monte, o la propia muerte.  

“Los vientos se tratan de entes completamente vivos dentro de la cultura maya, no como ahora, que únicamente lo percibimos como una corriente de aire que se produce alrededor nuestro, sino todo lo contrario, son guardianes, protectores, males, seres sobrenaturales o hasta el mismo aliento”, adelantó.  

Su investigación fue a través de entrevistas directas en los municipios de Valladolid, Tiholob, Kanxoc, Tinum y Yaxcabá. 

Reveló que una de las complejidades que tuvo, fue la dificultad de entablar conversaciones con mujeres y hombres mayas, pues aún persiste la creencia que estos temas no pueden tocarse con banalidad, o que no deben ser invocados a ciertas horas del día.  

Según sus resultados, hay varios tipos, entre los que destacan el alux o arux (guardián de los terrenos), los yuum k´aax (dueños del monte), los nukuch yuumtsilo´ob (padres del viento), y los sip (cuidadores de los venados y plantas). 

Expuso que dentro de esta visión también el cuerpo humano tiene aires, como el óol (alma, corazón, aliento), el k´i´inam o k´inam (calor, dolor o energía del sol), el pixan (espíritu) y el ajcanul (protector de la persona).  

“Aún es común oír, que una persona ´cargó un mal aire´ por entrar a un sitio protegido, esto suele ocurrir en los montes, o bien, que un alguien sufre ´mal de ojo´ debido a que una persona con energías más fuertes afectó a otra más débil, casi siempre pasa con un hombre borracho y un bebé”, indicó.  

¿Hay alguna manera de curar estas enfermedades?, se le preguntó.  

“Sí, por supuesto que lo hay, se cree que la mayoría de las veces el aire entra por la mollera (en la parte superior de la cabeza). De acuerdo con las entrevistas de campo que tuve, suelen santiguarse a las personas enfermas con plantas medicinales, y en caso de no atenderse uno puede morir”, contestó.  

La maya, en riesgo  

Sobre si considera que la maya está en riesgo de desaparecer, respondió que le preocupa, pues hay una generación que dejó de enseñar la lengua a sus hijas e hijos, por lo que considera que el riesgo está latente.  

“Existe un fenómeno, en donde las madres y padres no están interesados en enseñar el idioma a sus descendientes, y eso es causado por múltiples factores”, ahondó.  

Por ello, cree que debe haber más difusión dentro de las instituciones o los aparatos gubernamentales, tales como spots, anuncios, carteles y contenido en redes sociales que promuevan el uso de la lengua maya, una lengua admirada en el mundo y que aporta un gran valor cultural a la región, finalizó.  

El pasado 29 de septiembre presentó una conferencia bilingüe maya – español, sobre el tema en el Centro de Estudios de Lenguas de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).