Todo lo que hay aquí es un gran tesoro que algunos pasan y miran como piedras: Carlos Ciac
En la víspera del viacrucis de Acanceh -el más imponente del sureste- el joven oriundo de ese municipio, Carlos Ciac, diseñó el centro de su ciudad en el videojuego Minecraft. Su creatividad lo llevó, incluso, a erigir las tres emblemáticas cruces en la pirámide de los Mascarones.
El artista se declaró apasionado de la cultura maya: “Me gusta, me asombra y me inspira”, declaró en entrevista para La Jornada Maya. Además, dijo, siempre le ha gustado retratar su municipio mediante diversas técnicas.
“Lo del juego (Minecraft) me animé a hacerlo porque antes ya había visto uno del Centro Histórico de Mérida, y pensé: Si la autoridad municipal no lo promociona, ni le da importancia (a Acanceh), yo puedo hacerlo, aunque sea en un videojuego”.
Antes de incursionar en el diseño digital, Carlos Ciac pensó en hacer una maqueta del centro de su natal Acanceh, pero se dio cuenta que no contaba con los recursos. Es así como encontró en el juego una forma accesible de expresarse.
“Muchos dirán que tengo todo el tiempo del mundo, pero la realidad es que igual trabajo; y no solo estoy en el juego. Para mí, todo lo que hay aquí, que los mayas nos dejaron, es un gran tesoro que algunos pasan y miran como piedras, nada más”.
A Carlos Ciac le gusta ponerse retos y crear cosas que otras personas, asegura, no hacen. Algunas de ellas, comentó, sí cuentan con los recursos necesarios, pero no con la imaginación y la paciencia para ejecutar sus ideas.
El joven artista trabaja de tiempo completo en una hacienda ubicada a tres kilómetros del municipio de Acanceh, y solo goza de un día de descanso a la semana. Todos los días, relata, pedalea para llegar a su centro laboral.
“Me decían que por qué trabajaba en otro lugar, si con lo que me gusta hacer puedo salir adelante. Yo respondí que desgraciadamente nadie te apoya así nada más, no cuento con herramientas para hacer mis propias piezas de arte”.
Carlos, como muchos otros artistas de Yucatán, se ve en la necesidad de dedicarse a otros oficios lejos de su vocación. Mientras encuentra el cauce para su vida, Minecraft es un escaparate para mostrar su más grande pasión: La cultura maya.