Las autoridades sanitarias de EE.UU. emitieron un aviso sanitario tras la confirmación en los últimos dos meses de cinco casos de transmisión local de malaria en los estados de Florida y Texas.
Los gubernamentales Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) alertaron a doctores, autoridades sanitarias y público en general sobre estos cinco casos, y aunque precisaron que el riesgo de transmisión local de malaria en Estados Unidos es “extremadamente bajo” pidieron mantenerse vigilantes, en especial en determinadas zonas del país.
Los CDC señalaron que cuatro de esos casos han sido identificados en Florida, estado en donde se registró el último incidente de transmisión local de malaria en EE.UU., cuando en 2003 se descubrieron en el sureño condado de Palm Beach ocho casos.
Las autoridades sanitarias de Florida han confirmado que los cuatro últimos casos fueron identificados en el condado de Sarasota, en el suroeste del estado, y que se trata de cuatro personas que no viajaron al extranjero y ya han sido tratadas y curadas.
Con miras a mitigar el riesgo de transmisión, las autoridades sanitarias informaron que realizan fumigaciones aéreas y terrestres en las áreas identificadas.
Días atrás, el departamento de salud de Texas confirmó el registro en el condado de Cameron, al sur de Texas y cerca de la frontera con México, de un caso de transmisión local de malaria, enfermedad febril producida por un protozoo y transmitida al hombre por la picadura de mosquitos anofeles.
Los CDC no creen que los cuatro casos de Florida y el de Texas, que también se ha recuperado de la enfermedad, estén relacionados entre sí, pero mantienen en curso una “vigilancia activa” en busca de casos adicionales, además de tomar medidas de control.
La malaria es una enfermedad que si no se trata a tiempo es potencialmente mortal, y es común en África y en India, pero no en Estados Unidos.
No obstante, los CDC piden a la población protegerse, en especial los residentes de áreas donde las condiciones climáticas permiten que el mosquito anofeles sobreviva durante la mayor parte del año, y en donde además se concentran viajeros de áreas donde esta enfermedad es endémica.
En 2012, se informaron 65 casos de malaria importada en Florida, es decir, asociada con viajes fuera del país o inmigración, de acuerdo al Departamento de Salud de este estado.
Las autoridades sanitarias recomiendan a la población tomar medidas de protección (como cubrirse y drenar el agua estancada) para evitar estar expuestos a la picadura de los mosquitos y una posible infección.