Desde su taller Ángeles Maldonado crea piezas similares a obras de arte
La intervención de prendas a través del diseño y el reciclaje es para Ángeles Maldonado, fundadora de M Estudio, algo similar a lo que hace en la fotografía y la pintura: creación de piezas únicas que pueden considerarse obras de arte.
Desde su pequeño taller ubicado en la colonia Esperanza, en Mérida, Ángeles experimenta con la ropa y le da una nueva vida a piezas que compiten con el llamado fast fashion o moda rápida, que son prendas creadas masivamente bajo procesos industriales con materiales de baja calidad y poca resistencia.
“Lo que yo hago es más como un proceso artístico, no me interesa la parte de hacer una maquila, es más bien trabajar el slow fashion, que es todo lo contrario a lo que sería el fast que ofrecen cadenas como Zara, H&M o Shein, que incluso es un modelo ya conocido como ultra fast fashion porque su calidad es todavía menor.
“Aquí todo es artesanal, handmade (hecho a mano), salvo por algunas partes que ya traen las prendas, pero es un proceso mucho más rústico y son piezas que no se repiten”, explica Ángeles.
La joven emprendedora estudió arquitectura, pero lleva en la sangre su vocación de modista, oficio que su mamá le compartió desde temprana edad. Sin embargo, siempre se inclinó hacia el arte.
Al culminar su licenciatura fue parte de la primera generación de la Maestría en Producción y Enseñanza de las Artes de la entonces ESAY, ahora Universidad de las Artes de Yucatán (Unay), en la que realizó su tesis en street style, lo que le dio vida a su primera marca de ropa: Kats like dogs, que le permitía vender sus prendas intervenidas a la par que seguía estudiando.
El éxito de este proyecto en los bazares y mercados sobre ruedas impulsó a Ángeles a aprender corte y confección a través de un diplomado en Diseño y patronaje y entonces nació M Estudio, una marca registrada de ropa intervenida que al momento cuenta con tres colecciones.
¿El principal obstáculo? El miedo de las personas consumidoras a experimentar con prendas fuera de lo convencional.
“Es muy complicada la situación porque siento que hay una buena respuesta al momento de ver las prendas, la parte que no siento tan positiva es que al momento de la compra no todo el mundo se atreve a ponerse prendas tan experimentales, no se atreven a experimentar tanto con su cuerpo.
“También influye el precio, a veces me dicen que es un poco caro. Pero lo que realmente le da el precio a las prendas viene siendo todo el proceso de diseño, de creación de la prenda porque incluso una sola pieza me ha llevado una semana entera. Estamos hablando de piezas únicas, como obras de arte y cuando tú compras una obra de arte, como una pintura o una foto es un precio más elevado. No estamos acostumbrados a invertir en ropa, pero a las grandes cadenas sí le pagamos mil pesos por algo que dura mucho menos”, lamenta.
Pero las piezas de M Studio no son de uso diario. El exhaustivo diseño y la fabricación artesanal implica que puedan ser consideradas piezas de colección porque no hay nada igual en el mercado.
Los precios de las piezas disponibles a la venta en La Milagros oscilan entre los 300 y los mil 100 pesos, pero los beneficios van más allá de la originalidad, destaca la creadora.
“Implica un menor impacto ambiental, es uno de los objetivos de este movimiento slow fashion: no contribuir tanto, no quiero decir no contribuyas nunca porque todos en algún momento compramos en las grandes cadenas, pero no participar tanto en este proceso de producción de ropa masiva que consume grandes cantidades de energía y de agua para fabricar un pantalón de mezclilla”.
Reúse, otro flanco de lucha
Además de las creaciones originales a través del upcycling (recliclaje) de M Estudio, Ángeles también fundó Reúse, una marca de ropa de segunda mano que ofrece prendas principalmente vintage, las cuales han recibido la mínima intervención.
Con Reúse, Ángeles ofrece ropa y calzado en excelentes condiciones para seguir promoviendo la disminución de consumo de fast fashion.
Con estas opciones es posible adquirir nuevos atuendos sin participar en la fabricación de piezas nuevas que dañan gravemente la salud del planeta.
Ambas marcas están disponibles en La Milagros, centro cultural ubicado en la Calle 61, número 370, en el centro de Mérida.