Muchos adultos mayores toman regularmente aspirina en dosis bajas con la esperanza de prevenir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, aunque las directrices actualizadas lo suelen desaconsejar.
Aproximadamente uno de cada cuatro adultos mayores toma aspirina al menos tres veces a la semana, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional sobre el Envejecimiento Saludable de la Universidad de Michigan.
Pero muchos adultos mayores que toman aspirina en dosis bajas quizá no necesiten hacerlo, señalaron los investigadores.
Casi tres de cada cinco (57%) personas de 50 a 80 años de edad que toman aspirina con regularidad no tienen antecedentes de enfermedad cardíaca, muestran los resultados de la encuesta.
Esas personas deben hablar con un médico antes de comenzar o dejar de consumir aspirina, porque las directrices actuales en su mayoría piden una aspirina diaria a personas que ya tienen una enfermedad cardíaca o que han sobrevivido a un ACV o a un ataque cardíaco, señalaron los expertos.
“La aspirina ya no es una herramienta preventiva única para los adultos mayores, como se promovió durante décadas”, manifestó Jordan Schaefer, hematólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan.
“Esta encuesta muestra que tenemos un largo camino por recorrer para asegurarnos de que el uso de la aspirina sea consistente con el conocimiento actual”.
Uso de la aspirina en Estados Unidos
Las directrices en Estados Unidos para el uso de aspirina han evolucionado en los últimos años porque el medicamento de venta libre puede aumentar el riesgo de una persona de sufrir hemorragias peligrosas.
Los expertos ahora sopesan el riesgo de sangrado frente a los beneficios de prevenir los coágulos de sangre que pueden causar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Debido a esto, las directrices ahora se enfocan principalmente en las personas que tienen problemas de salud cardíaca o que presentan un riesgo alto debido a sus antecedentes de salud personales o familiares, señalaron los expertos.
El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos ahora recomienda no iniciar el uso de aspirina para la prevención de enfermedades cardíacas en adultos de 60 años o más.
Mientras tanto, la Asociación Estadounidense del Corazón (American Heart Association, AHA) y el Colegio Estadounidense de Cardiología (American College of Cardiology, ACC) dicen que la aspirina diaria en dosis bajas podría considerarse para la prevención de enfermedades cardíacas en adultos seleccionados de 40 a 70 años que tienen un mayor riesgo de problemas cardíacos, pero no de sangrado.
La AHA y la ACC ofrecen cálculos en línea para ayudar a los médicos a determinar el riesgo de enfermedad cardíaca de una persona a 10 años.
En general, la encuesta encontró que un 42% de todos los adultos de 75 a 80 años toman aspirina.
Alrededor de un 31 por ciento de todos los adultos de 50 a 80 años que toman aspirina no parecen saber sobre el riesgo de sangrado asociado con ella, muestran los resultados de la encuesta. En total, el 71% de los adultos mayores comenzaron a tomar aspirina hace cuatro o más años, lo que podría significar que están tomando las píldoras basándose en consejos obsoletos.
Alrededor de un 96% de los que toman aspirina y tienen antecedentes de problemas cardíacos dijeron que su proveedor de atención de la salud se lo había recomendado.
Sin embargo, el 77% de los que toman aspirina y no tienen antecedentes de problemas o riesgos cardíacos dijeron lo mismo, lo que sugiere la necesidad de una discusión sobre las directrices actualizadas.
Además, entre los que toman aspirina pero no tienen antecedentes de enfermedad cardíaca, un 20 por ciento dijeron que empezaron a hacerlo por su cuenta, y un 5 por ciento dijeron que sus amigos y familiares les habían aconsejado.
En la encuesta participaron 2,657 adultos de 50 a 80 años encuestados en línea y por teléfono en julio y agosto de 2023, señalaron los investigadores.
“Gracias a los conocimientos actualizados y a las reducciones en otros factores de riesgo importantes, como fumar, podemos usar la aspirina con mayor precisión, enfocándonos en los que más necesitan este medicamento preventivo barato y fácil de conseguir, y evitando riesgos innecesarios para los demás”, señaló el director de la encuesta, el Dr. Jeffrey Kullgren, profesor asociado de medicina interna de la Universidad de Michigan.
“Estos hallazgos de la encuesta deberían estimular más conversaciones entre los proveedores de atención de la salud y los pacientes sobre lo que es adecuado para ellos”, añadió Kullgren.