La organización U Yich Lu’um involucra a las infancias en la defensa de la lengua y el territorio
La organización autónoma U Yich Lu’um se encuentra en proceso de recaudar fondos para imprimir versiones de su juego El Camino hacia la Milpa, el cual será repartido en comunidades mayas. Con los recursos también se busca comprar binoculares y guías para el avistamiento de aves, práctica fundamental para la protección del territorio.
“La idea no es solamente entregar estos juegos, sino que haya un proceso de relación entre estas comunidades. Pretendemos que estas organizaciones colectivas trabajen en conjunto con las niñeces”, comentó Yamili Chan, integrante del colectivo.
Ubicada en Sanahcat, U Yich Lu’um es una ONG que tiene como objetivo recuperar las prácticas, conocimientos, lengua, tradiciones, costumbres y formas de vida propias de la cosmovisión maya. Es un espacio en donde también, por medio de la Escuela para la vida, las niñeces aprenden la lengua maya, al igual que la importancia del cultivo de la milpa y la observación de aves como forma de reconocer su territorio y defenderlo.
El juego El Camino hacia la Milpa, es una variante del Serpientes y Escaleras; en él se va contando el proceso de la siembra y la cosecha de la milpa de manera lúdica y pedagógica para las niñeces.
“El contenido de este juego es súper importante. Reivindica la labor de la milpa, la protección de las abejas meliponas y la situación con respecto al cambio climático” agregó Yamili.
Otro de los objetivos de este fondeo es crear vínculos entre comunidades autónomas mediante la difusión de este juego. Algunas de las comunidades donde hay alianzas y que están creando educación autónoma son El Cuyo y Sotuta, entre otras. Se busca de igual manera crear nexos con comunidades de la Península a través de las redes sociales.
“Primero nos interesa hacer vínculos y repartir este juego a colectividades autónomas y autogestivas. Las escuelas nos parecen un buen espacio, pero son las organizaciones autónomas educativas las que son prioridad. Los fondeos no son nada fáciles, es toda una gestión. Hay que movilizar a las redes y las personas”.
En cuanto a la observación de aves, se busca que el recurso recaudado permita la compra de equipo de binoculares y guías detalladas, las cuales puedan ser repartidas en comunidades autogestivas.
“Quisiéramos obtener más material para que nuestra Escuela para la vida tenga su propio equipo para avistar aves. Cuando vayamos a donar a las comunidades estos juegos, queremos generar alianzas, y hacer que en esos territorios se procure el avistamiento de aves”.
La guía que se pretende conseguir para el avistamiento de aves se llama Sal a pajarear de la autora Barbara MacKinnon-Haskins, el cual contiene información de más de 260 aves endémicas. Además de ser una guía, es una herramienta de conservación de estas especies en la península de Yucatán.
Fuente: La Jornada Maya