La obra invade zona de anidación de tortugas marinas, informó la Profepa
En respuesta a una denuncia pública difundida a través de medios de comunicación y redes sociales, personal de la Oficina de Representación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Yucatán llevó a cabo una visita de inspección, en la que se identificó al presunto responsable como una persona originaria del estado de Veracruz, quien pretendía construir un centro de recepción de productos pesqueros en un área que forma parte de la zona de anidación de tortugas marinas y colinda con el refugio pesquero del puerto de abrigo de El Cuyo.
Las obras y actividades denunciadas eran ejecutadas dentro de un ecosistema de duna costera, parte vital del entorno natural de la reserva. Dado que no se contaba con el estudio de evaluación de Impacto Ambiental ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ni el respectivo resolutivo, se procedió a aplicar como medida de seguridad la Clausura Temporal Total, colocando el sello correspondiente.
De conformidad con la legislación ambiental vigente, el sitio se encuentra dentro del Área Natural Protegida denominada Reserva de la Biósfera Ría Lagartos. Por lo tanto, cualquier obra que se pretenda realizar dentro de los límites de la reserva debe contar con la autorización de la Semarnat en materia de impacto ambiental, y ajustarse a las leyes y reglamentos aplicables en la materia.
Es importante destacar que el ecosistema de Duna y Matorral Costero, junto con el Bosque de Manglar, son considerados como uno de los mayores almacenes de carbono en el mundo. Sin embargo, han sufrido una continua disminución en su extensión, debido a actividades antropogénicas como la deforestación y el cambio de uso de suelo para desarrollos inmobiliarios y actividades turísticas. Esta pérdida y degradación resulta en la disminución de los diversos servicios ecosistémicos que brindan, convirtiendo los esfuerzos para su restauración en un tema de relevancia internacional, para combatir los efectos del cambio climático.
Fuente: La Jornada Maya