NUEVA YORK (HealthDay News).— Las olas de calor y las cúpulas de calor son particularmente peligrosas para los niños con asma, encuentra un estudio reciente.
Las olas de calor diurnas se asocian con un aumento del 19% en las probabilidades de que un niño con asma termine en el hospital, descubrieron los investigadores.
Además, las olas de calor que se extienden durante días duplican el riesgo de que un niño sea hospitalizado debido al asma.
“Encontramos que tanto los eventos diarios de calor alto como las temperaturas extremas que duraron varios días aumentaron el riesgo de visitas al hospital por asma”, señaló el investigador Morgan Ye, analista de datos de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, en San Francisco (UCSF).
En el estudio, el equipo analizó datos del Hospital Pediátrico Benioff de Oakland de la UCSF entre 2017 y 2020, utilizando datos climáticos para determinar el momento de las olas de calor en cada código postal del área de servicio del hospital.
“Seguimos viendo un aumento en las temperaturas globales debido al cambio climático generado por el hombre, y podemos esperar un aumento en los problemas relacionados con la salud a medida que observamos olas de calor más largas, más frecuentes y más graves”, señaló Ye en un comunicado de prensa de la UCSF.
El clima cálido y húmedo es un desencadenante común del asma, según informa la Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association, en inglés). Este clima también aumenta los niveles de esmog.
Estudios anteriores han vinculado el calor extremo con el asma, pero no está claro si las olas de calor pueden conducir a ataques de asma tan graves que los niños necesitarán hospitalización, señalaron los investigadores.
Este estudio también es único porque también estudió los efectos de las olas de calor persistentes, añadieron.
“Nuestra investigación sugiere que las temperaturas más altas y el aumento de la duración de estos días de mucho calor se asocian con un mayor riesgo de visitas al hospital debido al asma”, dijo Ye. “Los niños y las familias con menor capacidad de adaptación experimentarán la mayor parte de la carga”.
Los investigadores anotaron que el área de la Bahía de San Francisco por lo general no alcanza las temperaturas extremas que se experimentan en otras partes del país, lo que sugiere que incluso las olas de calor más leves podrían dañar la salud de los niños. “Estos resultados se pueden usar para informar acciones y recursos específicos para los niños vulnerables y aliviar el estrés relacionado con la salud durante las olas de calor”, concluyeron los investigadores.
Fuente: Diario de Yucatán