El turismo excesivo es un fenómeno donde un destino o atracción turística termina invadida por los turistas, al punto de afectar el tejido social y la vida cotidiana de sus habitantes.
La situación se puso en la mira luego que los residentes de Barcelona rociaron con agua a turistas hace unas semanas, en protesta por el encarecimiento de las rentas y servicios debido a la proliferación de los departamentos de renta por semanas o días que les generan más ingresos a los dueños.
Y aunque algunas medidas para combatir el sobreturismo se han calificado como excesivas, otros ensayan un enfoque positivo para favorecer la convivencia.
Copenhague
La capital de Dinamarca ofrece comidas, paseos, entradas a museos y café gratuito, entre otras cosas, para atraer turismo sostenible.
A cambio de estos beneficios, Copenhague pide a los visitantes que viajen en transporte público o bicicleta, participar en jornadas de limpieza o hacer trabajo voluntario en granjas urbanas. El plan piloto estará activo entre el 15 de julio y 11 de agosto de 2024.
Venecia
La ciudad italiana se convirtió en la primera ciudad del mundo en cobrar un contributo di acceso o tarifa de cinco euros a los visitantes que solo permanecen durante el día, en un plan piloto que se aplicará durante los 30 días donde Venecia está llena de visitantes.
Y es que en Venecia solo habitan 50,000 personas, quienes resienten la visita de 30 millones de personas al año, que encarecen la vivienda, dañan los muros de sus hogares por le paso de lanchas y han exiliado de su tierra a cientos de venecianos.
Fujikawaguchiko
En mayo de este año, este pueblo de Japón colocó una barrera negra de más de 20 metros de largo que bloquea una de las vistas más populares del Monte Fuji, al que acudían cientos de visitantes todos los días.
La decisión se tomó porque las multitudes se apoderaban por completo la calle frente al famosos sitio, fumaban en zonas no permitidas e incluso trepaban sobre viviendas para lograr nuevos ángulos en sus fotografías, provocando molestias a los residentes.
Ámsterdam
La ciudad holandesa ya no permitirá construir nuevos hoteles para combatir el sobreturismo como parte de una estrategia gubernamental. Sin embargo, sigue abierta la posibilidad de nuevos proyectos solo si otro hotel cierra, si su plan no incluye más habitaciones y si se trata de un hotel sostenible.
Las autoridades buscan que la ciudad se mantenga habitable por lo que también se estableció un límite de 20 millones de pernoctaciones anuales de turistas.
Atenas
El gran número de visitantes que recibe esta ciudad griega también aumentó el precio de las propiedades, por lo que muchos habitantes y pequeños negocios están siendo desplazados por las rentas de corta duración y las cadenas comerciales.
Las autoridades aún analizan medidas para combatir la situación que lleva a los griegos a destinar más del 40% de sus ingresos para rentar un lugar donde vivir.