Los edificios llaman la atención desde la calle, pero no todos se atreven a cruzar: Escalante Tió.
Pensar en los lugares que albergan archivos como espacios determinados, a menudo viejos y descuidados, nos ayudaría a conservarlos. De esto habló la ponencia de Felipe Escalante Tió, Archivos: la verdadera casa de los famosos… y otros no tanto, presentada dentro del marco del coloquio Días de archivo, organizado por la Universidad Autónoma de Yucatán, en el Centro Cultural Universitario, durante los días 26 y 27 de septiembre.
“Los archivos se forman con cierta tradición, parece que tenemos cierta fijación como sociedad en que un determinado edificio va a ser el archivo. Por lo general, estos edificios llaman la atención desde la calle pero no todos se atreven a cruzar la puerta”, expresó Escalante Tió, historiador y responsable del Archivo Judicial de Concentración del Consejo de la Judicatura del Estado de Yucatán.
Los archivos albergan correspondencia entre personajes históricos y dependiendo del lugar donde ubiquemos un archivo, será el tipo de documento que podremos encontrar. Desde las cartas de Felipe Carrillo Puerto, hasta documentos de gobernadores y papeles sobre la Guerra de Castas, son algunos de los archivos que pueden encontrarse en los espacios que albergan estos documentos en la región, por lo que su conservación es importante para la memoria colectiva.
Para Felipe Escalante, todos los espacios que albergan archivos son lugares que fueron pensados específicamente para eso por alguna razón, entre estos pueden encontrarse cárceles, sanatorios, e incluso espacios abandonados, lo que también implica que estos archivos no siempre estén albergados en sitios correctos y acondicionados para eso.
“El Archivo General de la Nación está en una antigua prisión, Lecumberri, el Archivo General del Estado, estuvo en una prisión y también en el Hospital Homeopático. Parece que seguimos con este patrón en el que queremos asociar al archivo como el lugar donde van los documentos viejos y para que armonice, el edificio tiene que ser lo más viejo posible, sin que exista un proceso de selección que pase por la revisión de condiciones ambientales y de presencia de fauna nociva”, explicó Escalante Tió.
Esta tendencia en los lugares donde se ubican los archivos no sólo daña estos materiales, sino que también se termina invirtiendo en ellos mucho más, al ser espacios que por su antigüedad necesitan cuidados.
En la charla, se propuso la creación de espacios modernizados que faciliten la consulta y donde se procure el cuidado y la buena distribución de estos documentos, lo que facilita su consulta y preservaría su legado.