A partir del 1 de febrero próximo, el precio de la tortilla en Yucatán tendrá un ajuste que podría ser de cincuenta centavos a un peso por kilogramo, informó Andrés Fernando Monsiváis Rodríguez, presidente de la delegación local de la Cámara Nacional de la Industria de Producción de Masa y Tortillas.
De esta forma, abundó, el precio del alimento será de un mínimo de 21 pesos y un máximo de 26 pesos por kilogramo, en promedio.
¿Por qué aumentaría el precio de la tortilla en Yucatán?
El dirigente explicó que el ajuste obedece a varios factores. Entre los principales citó un nuevo aumento en el precio de la harina de maíz —que se hará efectivo precisamente a partir del 1 de febrero—, alzas en el gas LP desde diciembre y el incremento de 22% en el salario mínimo, que por lo general se refleja también en mayores gastos en transporte y en refacciones.
En el caso de la harina de maíz, indicó que las empresas distribuidoras ya avisaron que a partir de febrero cobrarán 750 y 800 pesos —dependiendo de la compañía— por tonelada.
Además, continuó, aunque el precio del gas LP disminuyó a fines de noviembre del año pasado, a partir de diciembre se experimentaron nuevamente alzas en Mérida y el interior del Estado.
Monsiváis Rodríguez añadió que si una tortillería consume 800 litros de gas al mes, por citar un ejemplo, un encarecimiento de 23 centavos por litro significa un aumento de 200 pesos en sus costos de producción, a los cuales hay que agregar la variación en la harina.
¿De cuánto sería el aumento de la tortilla en Yucatán?
Recalcó que el incremento que aplicarán a la tortilla será de cincuenta centavos a un peso por kilo. Cada industrial tomará la decisión de acuerdo con sus costos de producción.
El entrevistado hizo notar que precisamente por los costos de producción de cada tortillería no es uniforme el precio y por eso se maneja un rango de $21 a $26 a partir de febrero.
En la actualidad, el precio en los molinos fluctúa entre $20 y $25 por kilo.
El presidente de la Cámara puntualizó que sus agremiados se enfrentan a la competencia desleal e invitó a los consumidores a adquirir la tortilla directamente en los molinos, para que verifiquen la calidad del producto y la higiene en su elaboración.
“Lamentablemente, con la pandemia y la crisis hay quienes aprovechan para ofrecer productos a bajo precio, en este caso la tortilla, pero con una calidad que no conocemos y que ni siquiera Salubridad puede verificar”, enfatizó. “Por eso es importante que compren donde estén seguros de la calidad”.
Agregó que la venta de tortilla en la calle no significa necesariamente que sea un producto de mala calidad, pero sí se pudiera correr el riesgo y también podría tratarse de competencia desleal.
Industria de la tortilla
Alrededor de la industria de la masa y la tortilla operan tres grupos muy distintos.
Formal y otros
Se trata del formal, el informal y el ilegal, explica el líder de la Cámara en Yucatán, Andrés Fernando Monsiváis Rodríguez.
Costos mayores
El formal se ve obligado a hacer ajustes en sus precios cuando hay alzas en los insumos porque paga licencia, empleados, contabilidad y Seguro Social. Por tanto, sus costos de producción son elevados.
A medias
El comercio informal lo integran quienes, aunque están establecidos, no pagan impuestos, y si los pagan no cubren licencias de funcionamiento y otros trámites.
Clandestinos
El comercio ilegal es el que representa una competencia desleal y no le importa reducir precios, aunque ofrezca un producto que pone en peligro la salud del consumidor.